A veces parece que la vida juega con nosotros. Que nos mete en situaciones inverosímiles simplemente por diversión. Que nos trata como gatos y nos presta el extremo del hilo, de una gran madeja de lana, para que juguemos sin saber que quedaremos atrapados. ¿Por qué creemos que podremos salir sin problema de esos embrollos?
